top of page

mipefam y sus jÓvenes

De aquí parte nuestro proyecto: ¿QUÉ PASA CON ESOS NIÑOS QUE CRECEN Y SE CONVIERTEN EN ADOLECENTES? y han estado la mayoría de los años de su vida institucionalizados; qué pasa con todos esos niños que se reintegran a sus familias biológicas en su adolescencia porque por la edad era momento de salir de la institución que lo cobijo toda su niñez; qué pasa con esos adolescentes que por motivos de rebeldía o de arrebato deciden egresar por su propia cuenta de las instituciones; qué pasa con esos jóvenes que continúan en las instituciones y llegan a su mayoría de edad.

​

Somos una institución que lleva trabajando doce años con niños, adolescentes y jóvenes varones en situación vulnerable sea esto: calle, abandono, maltrato y abuso sexual, progénitores presos, huérfanos, familias disfuncionales y en extrema pobreza. Nos hemos enfrentado con la realidad que los menores crecen y se convierten en adolescentes, la etapa más vulnerable y es donde nosotros como institución debemos encontrar los medios tanto psicológicos, morales, emocionales, espirituales y motivacionales que hagan que el adolescente continúe, persevere, crezca y empiece esa etapa de maduración dentro de la institución. Todo cambia para el adolescente se le debe de hablar de otra manera, se le debe dar instrucciones y obligaciones de otra manera, las reglas cambian, el lenguaje cambia, las consecuencias de sus actos cambian a comparación de lo que se
aplica en el resto de los niños de la institución. 
Cuando el menor entra en la etapa de la adolescencia dentro de la institución
repercute en el ambiente general de la casa, las actividades y el comportamiento de los demás niños y adolescentes como lo dice la siguiente frase: 
“La adolescencia es como una casa en día de mudanza: un desorden temporal”
(Jonathan Swift) 
No hay preparación alguna o manual para que las instituciones tengan el conocimiento sobre cómo manejar a los menores en la etapa de la adolescencia y la juventud sin embargo es algo que tenemos que enfrentar como institución y buscar las herramientas que nos ayuden a seguir con la formación. Actualmente son muy pocas las instituciones que le dan la oportunidad a los niños que se
convirtieron en adolescentes y jóvenes de continuar viviendo y recibiendo el apoyo de la institución. 
Para Mi Pequeña Familia uno de los objetivos principales es darle al joven las oportunidades necesarias para continuar estudiando, empezar a trabajar y conocer las responsabilidades que conlleva un trabajo u oficio, así como también tener las instalaciones adecuadas en casa para que se sientan parte de y a la vez independiente de la demás población. Por eso estamos trabajando en hacer áreas especiales en la casa de: dormitorios, áreas de recreación y baños adaptados y adecuados según la etapa en que se encuentren los menores. Uno de los principales objetivos de nuestro trabajo diario es mejorar constantemente la calidad de vida que se les da a los menores durante su estancia en este hogar por eso hacemos la petición a la organización que ustedes representan para que nos apoyen para mejorar y renovar las condiciones en las que viven nuestros menores y de esta manera unirse a esta “darle una mejor vida a quienes más nos necesitan”.

bottom of page